La evolución de la seguridad física en sucursales bancarias ha ido variando en los últimos 30 años en función de las costumbres de los clientes y la adaptación de las nuevas tecnologías para la mejora del servicio. No obstante, por norma general en todos los bancos, cajas de ahorro y demás entidades de crédito existirá un departamento de seguridad. Dichas entidades deberán conectar con una central de alarmas propia o ajena los sistemas de seguridad que tengan instalados en sus establecimientos, y en caso de que hubiera dificultades técnicas, estarán obligadas durante el tiempo que duren esos problemas a contratar el servicio de un vigilante de seguridad de una empresa privada.

MEDIDAS DE SEGURIDAD

  • Equipos o sistemas de captación y registro para obtener imágenes de los autores de delitos cometidos en los establecimientos y oficinas, y que permitan la posterior identificación de ellos. Deberán funcionar durante el horario de atención al público
  • Pulsadores u otros medios de accionamiento fácil de las señales de alarma
  • Dispositivos electrónicos con capacidad para detectar el ataque a cualquier elemento de seguridad física donde se custodien efectivo o valores
  • Las cajas fuertes deberán tener niveles de resistencia establecidos y protegidas con sistemas de bloqueo. En caso de que su peso sea inferior a 2.000 kg, deberán estar ancladas al suelo o muro mediante estructuras de hormigón armado.
  • Las puertas esclusa, un sistema de dos puertas con diferentes tipos de control de acceso, que no permite que las dos puertas queden abiertas al mismo tiempo, haciendo la entrada y la salida más disuasoria y controlada para cualquier delincuente.

En los últimos años ha tenido lugar una evolución tecnológica, provocada por la necesidad de inmediatez, en la que las nuevas tecnologías permiten hacen operaciones online. Han sufrido una transformación los cajeros, que ya no solamente dispensan y engullen efectivo, sino que también hacen todas las operaciones que antes se realizaban desde los mostradores y que hacían los empleados. En resumen, las oficinas bancarias en la actualidad se han convertido en establecimientos para operaciones importantes, vender productos bancarios y atender mejor al cliente, dejando el resto de operaciones para los cajeros automáticos y para los ordenadores portátiles y móviles, apareciendo en el mundo de la seguridad bancaria el concepto de ciberseguridad, que a día de hoy cobra una gran importancia.