El volumen de negocio de las empresas de seguridad privada alcanzó los 4.855 millones de euros en 2019, lo que supuso un 4 % más que el año anterior. Las principales actividades que se desarrollan dentro de este sector son la vigilancia, centrales receptoras de alarmas y transporte de fondos.

Los servicios de vigilancia alcanzaron en 2019 la cifra de 2.650 millones de euros, un 1.9 % más que en 2018. Supone la actividad más importante y la que desarrollan la mayoría de compañías de este sector, concentrando un 54,6 % de la actividad.

Con respecto al mercado de las centrales receptoras de alarmas, creció un 6,3 %, alcanzando los 1.830 millones de euros y abarcando un 37,6 % del total.

Por último, el transporte de fondos generó unos ingresos de 375 millones de euros en 2019, un 7,8 % más que en 2018 y representando el 7,7 % del negocio.

La seguridad privada es un sector en auge en la economía española, no solamente por el crecimiento de la actividad de las empresas que lo componen sino también por considerarse un servicio esencial. Los vigilantes garantizan la seguridad en todo tipo de instalaciones, previniendo delitos y okupación, y también controlando el aforo de personas, lo cual es más necesario que nunca por la situación del coronavirus.

El sector de la seguridad privada ha estado en auge los últimos 5 años.