Durante el primer semestre del año se ha producido un descenso en los hurtos del 44 %, debido en gran parte a la caída de la actividad comercial y de la movilidad provocada por la pandemia del coronavirus.  No obstante, hay que considerar el posible aumento de estos delitos cuando reabran todos los comercios. Los hurtos en este tipo de establecimientos están profesionalizados, y uno de los factores que puede influir en el aumento de hurtos es la desaparición del turismo, concentrando a los delincuentes donde hay actividad.

Durante el mes de septiembre y octubre ha habido un repunte de los hurtos en sectores que están registrando buenos datos económicos, como por ejemplo en tiendas de ferretería y bricolaje.

Existe por tanto la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en todo tipo de establecimientos, desde pequeñas tiendas hasta supermercados y centros comerciales. Por un lado hay que mejorar los protocolos online de los comercios, ya que el delito de fraude informático, a nivel global, creció un 16 % en el año 2019, y la previsión para este año 2020 es de un 50 % por el drástico aumento de la actividad online. Por otro lado hay que reforzar las medidas de seguridad en todo tipo de instalaciones, como la presencia de vigilantes de seguridad y la instalación de cámaras en lugares susceptibles de sufrir un robo o hurto.

La pérdida desconocida representa un 0,8 % de las ventas de los comercios españoles, es decir, 1.800 millones de euros anuales para las empresas.